3 de agosto de 2015

¿Qué nos queda?


En la madrugada del 31 de julio fueron asesinados el fotoperiodista ‪‎Rubén Espinosa, Yesenia Quiroz Alfaro y ‪Nadia Vera junto con dos mujeres más. Hoy me duele no estar allá en el Ángel de la independencia exigiendo justicia con ustedes. Solo puedo compartirles lo que desde acá se siente, lo que desde aquí se mira. 


¿Qué nos queda? Aguantar el embate autoritario con dignidad, levantarnos contra el imparable espiral de violencia, dejarnos de juegos “democráticos” que en veinte años no han tenido ningún resultado. Es momento de exiliar a la muerte violenta de este país y que con ella se vayan todos los que directa o indirectamente la propician.

¿Qué nos queda? Aceptar que la apatía también asesinó a Rubén, a Yesenia a Nadia y a todas aquellas personas que no debieron morir. 

¿Qué nos queda? Buscar caminos de unidad frente a la exigencia de justicia. Hoy, gritarle al mundo que en este país se calla periodistas ya no es suficente. Es momento de organizarnos en nuestro cotidiano, de dejar de ser el país que no tiene fondo ante la violencia y la indignación.

¿Qué nos queda? Esta digna rabia, que deberá ser el motor para demostrarnos que México puede tener un destino distinto al planeado por las élites políticas, donde el asesinato de ningún periodista, estudiante, activista será permitido; por el contrario será juzgado social y jurídicamente, pésele a quien le pese.

¿Qué nos queda? La memoria colectiva, principal enemiga de este gobierno que sistemáticamente apela al silencio institucional para hacer frente a la violencia. Nos quedamos nosotros para reconstruir un país sangriento, para que la violencia deje de ser el día a día.

(Foto: Rubén Espinosa/SinEmbargo)