17 de noviembre de 2008

Pongámonos en Movimiento


Hoy fue un buen día, de esos inspiradores, que me hacen creer que la lucha está, que es posible cambiar las cosas. Les dejo el discurso que escribí para la salida de Alternativa Movimiento Político.


Cuando cumplí dieciocho años creí que el mundo estaba puesto a mis pies, que el supuesto cambio en este país era un presente, que ilusa fui, ahora años después me doy cuenta que la transformación de una sociedad requiere de lucha, requiere de una verdadera alternativa, requiere de un compromiso real y constante de la ciudadanía para romper con practicas ancestrales que sólo nos confinan a un mundo de indiferencia, apatía, frustración.
Actualmente, los jóvenes de este país representamos cerca del treinta por ciento de la población, casi la mitad del electorado, sin embargo nuestros intereses no están representados en ningún poder formal del sistema político actual.
Ejemplo de ello es que cerca de seis millones de jóvenes son analfabetas, el treinta por ciento no ha terminado la primaria, otro treinta solo tiene educación media superior y únicamente el quince por ciento de nosotros tenemos acceso a la educación superior.
A pesar de que año con año aumentan el presupuesto a las universidades mas grandes del país, muy pocos jóvenes tienen oportunidad de realizar estudios en las 303 universidades que existen en México, lo que hace evidente que si bien se aprueban mas recursos, la eficiencia en la ejecución del presupuesto es absolutamente deficiente: México es el país que en proporción a su PIB gasta mas recursos públicos en educación sin embargo, el deterioro en la calidad de la educación es evidente, estudios internacionales revelan que nuestros estudiantes están en los últimos lugares de desempeño académico en todo América Latina.
Por otra parte la desigualdad en la educación es muy clara, mientras que el sur del país muestra un grave problema de cantidad y calidad de educación, el norte logra cubrir la educación media para sus todos sus estudiantes. La diferencia en el desempeño académico entre escuelas publicas y privadas es cada vez mayor, por lo que inicia una brecha inalcanzable de oportunidades para los jóvenes que no tienen suficientes recursos.
La problemática educativa va mas allá, la dificultad para insertarnos a la vida laboral es altísima, es la primera consecuencia de una educación limitada y con poca calidad.
La principal razón de la deserción escolar es la necesidad económica, mas de la mitad de los jóvenes trabajan, representamos mas del treinta por ciento de la fuerza del empleo total, no obstante, mas del sesenta por ciento no tiene poder de decisión en el trabajo que realiza, es decir las posibilidades para conseguir un trabajo digno y con posibilidades de superación son mínimas, pareciera que estamos condenados a condiciones laborales sumamente precarias donde el único camino es la migración, 4 de 10 jóvenes tienen que migrar para buscar un mejor destino. .
Aunque somos una mayoría poblacional, se nos trata como una minoría que no es escuchada en sus necesidades de desarrollo educativo, económico, político y social. La mayoría no cuentan con un contrato laboral a pesar de que trabajan mas de 40 horas por semana.
Lo anterior nos da a entender que la frustración juvenil es una realidad apabullante, no solo por no tener posibilidades de una educación digna, sino también por las pocas oportunidades de insertarse en la vida laboral.
las grandes consecuencias de esta terrible problemática son; que la segunda causa de muerte en jóvenes es el suicidio, nos hemos vuelto presa fácil de la delincuencia organizada, casi la mitad de los presuntos responsables de delitos comunes son menores de treinta años.
Porque no se estableció desde un inicio un programa integral de gasto y calidad que garantizaran la transición de los jóvenes a la vida laboral y a sus proyectos de vida que les permitiera hacer sus sueños tangibles, ahora se nos criminaliza.
Como el eslabón mas débil de la sociedad, la identidad de esta generación se ve rebasada por la complejidad de la problemática que necesariamente ubica a los jóvenes en un futuro incierto, construir un proyecto de vida requiere evaluar esta situación para poder elegir distintas alternativas de estilos de vida.
Pero eso sí, año electoral, año de importancia para los jóvenes. Se nos dibuja un panorama irreal y absolutamente alejado de la problemática que enfrentamos. Terminamos siendo un botín político que solo hará llegar a determinado candidato al poder, para que después, nuestras demandas sean guardadas en el cajón de los temas sin importancia.
Por ello, llamo a todas y todos los jóvenes que están aquí a trascender la desilusión política, a transcender la concepción del lastre del partido hegemónico que solo visualiza la participación ciudadana como acciones electorales, donde nos ha hecho creer que para ser ciudadano solo se necesita esperar al nuevo líder, que resolverá todas nuestras inconformidades. Dejemos de ser el eslabón débil, hay que darnos cuenta de la fuerza que tenemos para transformar nuestra realidad, dejemos de esperar que nos resuelvan nuestros problemas, empecemos a exigir, a cuestionar a disentir sobre el panorama que se nos presenta.
Es evidente que para los políticos de siempre no somos un tema prioritario, las políticas publicas que se han generado en las ultimas décadas sólo funcionan de pequeños paliativos a grandes problemas que necesitan de soluciones integrales, nosotros no nadamas necesitamos becas para resolver nuestros problemas educativos, que terminan siendo bonos de pobreza y generadores de grandes clientelas, nosotros necesitamos planes de acción reales para corto, mediano y largo plazo, es decir no tenemos que esperar a que el país sea desarrollado económicamente para que se nos brinde la cantidad y la calidad de educación que necesitamos.

Se nos ha enseñado a conformarnos, a estancar las expectativas de crecimiento personal y colectivo.

Rompamos con esta cultura, los convoco a construir redes, a construir acuerdos, a construir agendas en común donde lo primordial sea romper con el futuro desalentador que se nos presenta, abramos otras expectativas y posibilidades de vida, hagámonos responsables de nuestro proyecto.
Hoy, que estamos aquí reunidos en este memorable monumento, en este punto donde convergen distintas ideologías , llamo a hacerlo nuestro punto de partida, punto de partida para levantar la voz, para levantarla alto, para ser escuchados, y para darnos cuenta que muchas y muchos de nosotros somos jóvenes, somos disidentes, es momento de actuar, es momento de ponernos en movimiento.


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